Diariamente las autoridades reciben denuncias de acoso sexual contra niñas, niños y adolescentes, pero, por el internet y las nuevas tecnologías, este delito está tomando mucho auge en las redes sociales y en las plataformas de juegos en línea.
Esto es un problema creciente debido a que en la actualidad cada vez más niños usan teléfonos celulares y otros dispositivos digitales para enviar mensajes de texto, publicar cosas y chatear.
«El WhatsApp y Telegram son las principales aplicaciones de mensajería instantánea que se utilizan para establecer este tipo de contactos», declaró a la agencia Andina, el fiscal provincial del Segundo Despacho de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Ciberdelincuencia de Lima Centro, Jonathan Portillo.
En segundo término, informó que los ciberdelincuentes utilizan también los chats de plataformas como Instagram, Facebook, Twitter, Tik Tok y, sobretodo, la de los juegos en línea.
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«Recordemos que los juegos de línea como Clash Royale, entre otros, están de moda en los menores de edad», sostuvo al subrayar que hay cosas que los padres pueden hacer para evitar que los niños sean víctimas de acoso cibernético.
Estar atento en forma frecuente. Los padres tienen que conocer el tipo de aplicativos que manejan sus hijos, desde qué tipos de juegos tienen, hasta qué canales de comunicación manejan.
Redes sociales. Ver qué mensajes están viendo, enviando, recibiendo y cómo los afectan. Saber sus tipos de perfiles.
Control parental. Es un mecanismo para controlar en diferentes sitios web, sistemas operativos o equipos el acceso y uso que los menores de edad le dan a internet. A través del control parental podemos monitorear la navegación, restringir contenidos no aptos para menores y bloquear páginas o usuarios que puedan ser una amenaza para los niños.
Constante vigilancia. Ver sus contactos de WhatsApp, su galería de imágenes, videos, entre otros.
Denuncia
Portillo manifestó que cuando el delito se ha efectuado es necesario denunciarlo y presentar evidencias en dependencias especializadas como la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat), ubicada en la av. España Nº 323, Cercado de Lima.
«También pueden denunciar en las comisarias del sector. Respecto a las evidencias, hay mecanismos para evitar la exposición de la víctima, como la cámara de Gesell y la entrega de pruebas lacradas», mencionó.
El experto recordó que es importante conservar las pruebas y no borrar mensajes o perfiles de redes sociales de los acosadores: son vitales para demostrar lo ocurrido.
Manifestó que este tipo de delitos tienen una pena privativa de la libertad de entre cuatro a ocho años.