El cáncer es una enfermedad silenciosa y más aún el de estómago, debido a que es multifactorial. Sin embargo ¿Es posible reconocer algunas señales que nos adviertan de su presencia? Expertos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), sostienen que sí, y en esta nota comparten algunas de ellas.
El cirujano oncólogo digestivo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), Néstor Sánchez Bartra, explica que el cáncer gástrico, como todas las neoplasias, tiene un crecimiento muy lento, y puede durar meses o años. Las señales de alerta dependerán de su periodo de crecimiento.
A pesar de eso, es posible determinar cuáles son las manifestaciones más frecuentes de esta enfermedad, según lo que expresan los pacientes que llegan a consulta.
El problema clínico que expresan con más frecuencia es el dolor abdominal. Este malestar es crónico, y se ubica en la parte superior del abdomen (lo que médicamente se le conoce como epigastrio).
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“Los pacientes sienten un vacío en esa zona, un ardor. Señalan que es como si hubieran recibido un golpe y les hubiera quedado un dolor en esa zona”, comenta a la agencia Andina.
La segunda señal es la anemia (cuando el dosaje de hemoglobina en la sangre es menor del valor de 12 en varones, y menos de 10 en mujeres) y se presenta como consecuencia de dos factores:
El primero por causa del sangrado directo que produce el tumor en el estómago, que puede manifestarse en deposiciones de color negro brillante, y el segundo, por la presencia de factores “intrínsecos tumorales que van a causar desnutrición y mala absorción”.
Néstor Sánchez Bartra, explica que el cáncer gástrico, como todas las neoplasias, tiene un crecimiento muy lento.
“Los alimentos inician su proceso de transformación en el estómago. Si la neoplasia es grande, impedirá que los alimentos pasen hacia los intestinos causando una mala absorción pues, por más que la persona los mastique y degluta, no los absorberá.
La desnutrición se presenta porque los tumores alterarán la producción de jugo gástrico, hormonas y sustancias, y eso afectará la asimilación de vitaminas, fierro y diversos nutrientes, con consecuencias en el estado nutricional del paciente oncológico.
El mal aliento (halitosis) es una tercera señal, aunque también se presenta por gastritis, alteraciones dentarias, problemas en las amígdalas o sinusitis, señala Sánchez Bartra.
La pérdida de peso, también es un signo de alerta. El tumor gastrointestinal disminuye las ganas de comer del paciente.
“En medicina sumamos factores. Si el paciente tiene mal aliento, ha bajado de peso, tiene deposiciones negras, podemos sospechar que tiene cáncer gástrico”, agrega tras recordar que los problemas oncológicos en general no presentan síntomas y se manifiestan cuando están en un estado avanzado.
Sin embargo, para el caso de los tumores en el estómago, no puede precisarse el estadio del cáncer porque existen pacientes que tienen tumores iniciales, pero bajan mucho de peso, presentan sangrado y halitosis, y otros, en cambio, presentan tumores avanzados, pero son asintomáticos.
Sobre si este tipo de cáncer influye en la salud mental de los pacientes, el cirujano oncólogo digestivo manifestó que no presentan enfermedades psiquiátricas previas. “Quienes tienen tumores gastrointestinales pueden ser personas proactivas, positivas, hasta deportistas”, acotó.
Recomendaciones
Sánchez Bartra advierte que la mayor incidencia de cáncer al estómago se presenta entre los 60 y 65 años. Eso no quiere decir que quienes tienen menos de esas edades no puedan adquirirlo.
Es por eso, agrega, que los programas de detección de cáncer recomiendan hacerse un examen de endoscopía a partir de los 45 años, así la persona sea asintomática.
El especialista recuerda que la comida chatarra y las carnes rojas ahumadas son factor carcinógeno.
Reveló que esta neoplasia está aumentando, a pesar de que la gente sabe que fumar cigarrillo, beber licor, la obesidad y el sedentarismo son daniños. «Lo siguen practicando sin conciencia de los daños que tiene en su salud».
“El cáncer gástrico es una enfermedad multifactorial, no tiene una causa específica. Inclusive se asocia con la presencia de helicobacter pylori”.
Finalmente, recordó que la comida chatarra es un factor carcinógeno, y está demostrado que existen alimentos, sustancias o productos como el cigarro, asociados al cáncer, así como las carnes rojas ahumadas.