Los efectos catastróficos de los huaicos, deslizamientos, desbordes de ríos e inundaciones producidos por las torrenciales lluvias no solo ocasionan enormes daños personales y materiales, sino que pueden generar diversas enfermedades infecciosas que amenazan la salud de la población afectada por estos desastres.
El Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud (Minsa) informó que existen enfermedades que pueden surgir como consecuencia de las intensas lluvias, como las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs), Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAs), dengue, zika, chikunguña, malaria y leptospirosis.
A continuación, conoce en detalle a estas enfermedades y cómo prevenirlas:
Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs)
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Son un conjunto de infecciones que afectan desde oídos, nariz, garganta hasta los pulmones, ocasionados en su mayoría por virus, pero también por bacterias o parásitos. Además, constituyen una importante causa de morbimortalidad, fundamentalmente entre los niños menores de 5 años, las personas mayores de 60 años y aquellas que presentan ciertas condiciones que aumentan el riesgo para desarrollar complicaciones que pueden derivar en formas graves; por ejemplo, gestantes, enfermedades inmunosupresoras, entre otras.
Las IRAs se transmite de persona a persona a través de las gotitas de saliva que expulsamos al toser o estornudar o por tener contacto con superficies contaminadas como manijas de las puertas, barandas en el transporte público, mesas o escritorios, entre otros. La duración de la infección tiene un periodo menor a 15 días.
Existen factores que favorecen una mayor incidencia de IRA como el bajo peso al nacer, malnutrición (principalmente en niños), polución atmosférica, hacinamiento en el hogar, bajos niveles de inmunización y nivel de pobreza, que son condiciones que se encuentran aún latentes en parte de nuestro país.
Dentro de los síntomas más comunes tenemos los siguientes: Tos, Dolor de cabeza, Fiebre, Irritabilidad, Dolor de garganta, Dolor o secreción en el oído, Catarro, Malestar general (decaimiento), Congestión y secreción nasal y dificultad para respirar.
Entre las principales medidas para prevenir las infecciones respiratorias agudas son usar mascarilla, lavarse las manos constantemente, ventilar correctamente las habitaciones de la casa, evitar el contacto con personas que presenten síntomas, vacunas completas de acuerdo al calendario de vacunación, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar, alimentación saludable rica en vitamina A y C, evitar cocinar a leña dentro de una habitación cerrada y no fumar cerca de los niños, adultos mayores y gestantes.
Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAs)
Se caracterizan por un aumento en la frecuencia y una disminución en la consistencia de las heces. Pueden ir acompañados de otros síntomas como dolor abdominal, fiebre, náuseas y malestar. Las enfermedades diarreicas agudas afectan a todos los grupos de edad sin excepción, sin embargo, son la segunda mayor causa de mortalidad en el mundo en los niños menores de 5 años, especialmente en las zonas de pobreza o bajos recursos.
Existen 3 tipos de enfermedad diarreica, las acuosas que se caracterizan por ser de presentación explosiva, que puede durar algunas horas o días; las disentéricas o disentería que se caracterizan por la presencia de sangre en las heces y las persistentes que pueden durar más de 14 días.
Las diarreas pueden ser provocadas por microorganismos, tales como virus, bacterias o parásitos, la mayoría de los cuales se trasmiten por agua y/o alimentos con contaminación fecal, además la infección es más común cuando hay escasez de agua limpia para beber, cocinar o lavar.
Entre las principales medidas para prevenir las enfermedades diarreicas agudas destacan lavarse las manos continuamente, especialmente antes de comer y después de ir al baño; comer alimentos bien cocidos y en lugares de confianza; beber agua hervida o clorada; mantener la limpieza en el área de preparación de las comidas.
En los niños se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y posterior a ello alimentación complementaria, además de la vacunación contra el rotavirus a los 2 y 4 meses de edad.
Dengue, zika y chikunguña
El zancudo vector de esta enfermedad, así como de la fiebre chikunguña y el zika es el llamado Aedes aegypti, que deposita sus huevos en lugares donde se almacena el agua y se reproduce con gran facilidad cuando aumenta la
temperatura y las lluvias.
Para evitar la reproducción de este mosquito se debe lavar, cepillar y tapar los recipientes donde se guarda el agua potable, así como cambiar el agua del bebedero de los animales diariamente y eliminar los objetos inservibles donde se pueda acumular agua.
Es necesario identificar los depósitos que pueden ser «criaderos» del zancudo. Por ejemplo, cilindros, bidones, tanques, botellas y floreros, así como objetos inservibles como latas, botellas plásticas, llantas en desuso, entre otros, porque con la acumulación del agua la hembra del zancudo puede depositar los huevos y reproducirse. Por lo tanto, la única manera de prevenir es cepillar las paredes de estos depósitos, taparlos adecuadamente y eliminar y destruir los inservibles.
Asimismo, se debe acudir de inmediato al establecimiento de salud más cercano al domicilio si se presenta síntomas como fiebre continua, dolor de cabeza y otros que caracterizan al dengue, a fin de realizarse los exámenes de despistaje respectivo y, de ser el caso, recibir el tratamiento oportuno para evitar poner en riesgo la salud.
Para evitar la picadura de estos zancudos es importante fumigar las viviendas y otros espacios donde pueden vivir los mosquitos, usar repelente, así como colocar mosquiteros o mallas que impidan el contacto de estos vectores con las personas, dado que se alimentan de la sangre humana y es en esa circunstancia que transmiten las enfermedades.
Malaria
Conocida también como paludismo, la malaria es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Plasmodium, el cual es transmitido al ser humano por la picadura de zancudos hembras infectadas del género anófeles.
El zancudo que transmite la malaria deposita sus huevos en lugares donde se acumula el agua, como arrozales, pantanos, cochas, lagunas, charcos, entre otros, y se reproduce con gran facilidad cuando aumenta la temperatura y las lluvias.
Es por ello que, para prevenir esta enfermedad, se debe eliminar los charcos de agua ubicados debajo de la casa o cerca de ella, del patio y la huerta, porque en los charcos de agua estancada se reproducen los zancudos. Puedes secar el agua estancada, rellenarla con tierra o piedra, o drenarla.
También es clave dormir bajo un mosquitero, el cual debe ser usado correctamente, asegurándolo debajo del colchón, debe estar bien templado y sin huecos.
Otra medida preventiva fundamental es eliminar la maleza alrededor de la vivienda, usar repelente y utilizar ropa de manga larga y pantalón. Colocar en las ventanas y puertas de la vivienda mallas que impidan el ingreso del
zancudo.
Existen plantas que resultan eficaces para repeler a los mosquitos y zancudos. Entre estas destacan el clavel, que es muy eficaz contra el mosquito dengue, chikunguña y zika; la lavanda, que tiene un aroma bien suave y agradable; la albahaca, que además de espantar mosquitos es un excelente condimento; el romero, que también ayuda a combatir ácaros y pulgas; y la citronela, que es un conocido repelente de insectos.
Si tienes fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, decaimiento del cuerpo y sospechas tener malaria, debes acudir al establecimiento de salud más cercano para recibir la atención requerida y recuperar la buena salud.
Leptospirosis
Según la CDC es una enfermedad zoonótica Infecciosa causada por bacterias patógenas (espiroquetas) llamadas leptospiras. La Organización Mundial de la Salud considera a esta zoonosis como un problema de salud pública, dado que a bacteria sobrevive mejor en condiciones cálidas y húmedas y es más común en las áreas tropicales y subtropicales, en donde la probabilidad de entrar en contacto con ambientes contaminados con la bacteria Leptospira es alta.
La enfermedad es transmitida al hombre, directa o indirectamente, al entrar en contacto con la orina de animales infectados o un ambiente contaminado con orina. Las bacterias se propagan a través de la orina de los animales infectados, que pueden entrar al agua o al suelo y pueden sobrevivir allí durante semanas o meses.
Muchos animales salvajes y domésticos portan la bacteria (bovinos, cerdos, caballos, perros), así como roedores y animales silvestres. Muchos de estos animales están infectados, pero no tienen síntomas de la enfermedad. Los animales infectados pueden continuar excretando las bacterias en el medio ambiente de forma continua o de vez en cuando durante largo tiempo o a veces de por vida.
La leptospirosis puede presentarse con una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde una forma leve a una enfermedad grave y a veces fatal. No existe ningún cuadro clínico que sea característico de la enfermedad, por lo que muchos de estos síntomas pueden confundirse con otras enfermedades, como influenza, dengue y otras enfermedades hemorrágicas de origen viral. En el 90% de los casos la enfermedad es sistémica y autolimitada, en el 10% restante la enfermedad es potencialmente fatal. Sin embargo, algunas personas infectadas pueden no presentar ningún síntoma.
Los síntomas de la leptospirosis se pueden presentar desde 2 días hasta 4 semanas después de haber estado expuesto a las bacterias. Entre los síntomas comunes tenemos: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, vómitos, diarrea, dolor abdominal, ictericia (piel y ojos amarillentos), sarpullido y ojos enrojecidos.
Las medidas de prevención y control deben estar orientadas principalmente a la protección de fuentes y drenaje de agua, protección de la contaminación de los alimentos, adecuada disposición de basuras y excretas, control de roedores, educación a la población para evitar bañarse en aguas estancadas, control sanitario en crianza de animales, medidas de protección individual en situaciones de riesgo, cuya ejecución será coordinada con las autoridades o instituciones competentes, desratización (por medios físicos o químicos), y vacunación de animales domésticos (mascotas) y de producción.
Identificación y asistencia técnica frente a enfermedades
CDC Perú analiza los determinantes que contribuyen a la identificación de zonas con potencial inundación y afectación a la salud de la población, por lo que ha elaborado un tablero interactivo de información que recopila y sistematiza los datos que brinda Senamhi, así como los datos de vigilancia epidemiológica.
Esta acción realiza la evaluación preliminar del riesgo potencial epidémico en los departamentos declarados en emergencia por la temporada de lluvias. Asimismo, realiza acciones de monitoreo y asistencia técnica permanente a los equipos de epidemiología.
Entre otras de las acciones en desarrollo destaca el desplazamiento de Equipos de Respuesta Rápidas (ERR – Brotes) en regiones priorizadas como Tumbes, Piura, Lambayeque, Áncash, Cajamarca, La Libertad y Lima; en articulación con la Dirección General de Gestión del Riesgo de Desastres y Defensa Nacional en Salud (Digerd) para la gestión de acciones.
Finalmente, el CDC recomendó al equipo de salud articular con el gobierno local, provincial, regional según corresponda para las acciones de respuesta; reorganizar los servicios de salud; fortalecer la vigilancia epidemiológica en Salud Publica, Post desastres, control entomológico y de reservorios.
Asimismo, desplazar los equipos de respuesta rápida (ERR-Brotes) a las zonas afectadas para la evaluación del Riesgo Potencial Epidémico en situación de emergencias y desastres, vigilancia epidemiológica con posterioridad a un desastre, implementación de la sala de situación e investigación de brotes.
Del mismo modo, identificar áreas geográficas críticas en las cabeceras de las cuencas que puedan constituir riesgo de deslizamiento e inundaciones e implementar acciones articuladas de mitigación de riesgos para la salud pública; monitoreo del abastecimiento de agua segura durante los periodos de interrupción de la red de agua potable intradomiciliaria, mitigando riesgos de enfermedades diarreicas.
También articular acciones de Promoción de la Salud con estrategia de participación comunitaria, así como actividades de información, comunicación y educación sobre: lavado de manos antes y después del consumo de alimentos; consumo de agua embotellada, clorada (dos gotas de cloro en un litro de agua y dejando reposar 30 minutos) o hervida y en abundancia para evitar las enfermedades diarreicas; consumir alimentos cocidos y no perecibles (atún enlatado, galletas, entre otros).
La protección de fuentes de agua, alimentos y disposición adecuada de residuos sólidos y excretas, fortalecer las acciones de comunicación de riesgo dirigidas a la población, mantener la vigilancia activa tanto de daños trazadores identificados, así como daños de presentación histórica como la peste, ya que podrían resurgir tras la ocurrencia de un desastre.
El CDC subraya la importancia de evitar exponerse en aguas estancadas y acudir al establecimiento de salud más cercano ante los síntomas como fiebre, malestar general, náuseas, vómitos, diarreas, etc.
Finalmente, recomienda fortalecer las acciones de comunicación de riesgo dirigidas a la población, así como mantener la vigilancia activa tanto de daños trazadores identificados, así como datos de presentación histórica de las enfermedades, dado que podrían resurgir tras la ocurrencia de un desastre como los provocados por la ocurrencia de huaicos, deslizamientos, desbordes de ríos e inundaciones debido a las torrenciales lluvias.