A inicios de octubre de 2022, la NASA dio a conocer a los proyectos seleccionados a nivel global para participar del Human Exploration Rover Challenge (HERC) 2023, un reto organizado que invita a estudiantes y organizaciones de todo el mundo a crear un vehículo destinado a la exploración de Marte. El grupo Ares, conformado por 55 estudiantes de la Universidad de Piura (UDEP), es uno de los equipos participantes.
Javier Reyes, alumno del 8vo ciclo de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la UDEP y director del proyecto, explica a la agencia Andina que una de las premisas de esta competencia es diseñar y fabricar un Human Power Vehicle (HPV). “El HPV es un vehículo solamente impulsado por humanos. Es decir, una bicicleta es un HPV, ya que con los pedales la persona mueve las piernas y estos transmiten la potencia al vehículo, que se mueve según la fuerza y rapidez del piloto”.
Por el contrario, un auto no califica como un HPV, dado que cuenta con un motor de combustión. «Lo que tenemos que hacer es un vehículo con pedales. Nos han pedido que no usemos cadenas, como la bicicleta, porque estas pueden salirse o romperse con más facilidad, además que necesitan lubricación», precisa el estudiante a la Agencia Andina.
En los últimos años, la NASA ha venido impulsando el desarrollo de los HPV debido a que las misiones en suelo espacial requerirán que uno o dos astronautas se movilicen de manera práctica. Llevar vehículos con motor supondría usar combustible y tanques, los cuales agregan más peso y disminuyen la movilidad.
Además, durante una misión, si se acaba la gasolina del vehículo, los astronautas no podrían hacer nada. “Con un HPV se depende únicamente de los astronautas que vayan a la misión. Si necesitan descansar, pueden parar un rato y luego seguir. No hay esa limitación de cuánto pueden recorrer llevando un tanque de gasolina o baterías extra”, sostiene Reyes.
Asimismo, el vehículo será fabricado a base de aluminio, por ser un material resistente y ligero. En ese sentido, la NASA otorga mayor puntaje a los vehículos con menor peso. También, se prevé implementar dos espacios para los pilotos, uno delante de otro.
En cuanto a los neumáticos, la NASA precisó que no deben estar infladas con aire, dado que podrían sufrir daños debido a la hostilidad del suelo marciano. “Uno de los requerimientos de las llantas es que no tengan aire, como los carros, motos o bicicletas que se usan en el día a día. Si una piedra pincha las llantas, los astronautas no podrán parcharlas ni inflarlas durante la misión”, comenta el estudiante.
El diseño final del vehículo será enviado a la NASA el próximo 17 de noviembre, con sus medidas, planos y procesos especificados. A partir de allí se iniciará con la construcción del vehículo. Actualmente, con el apoyo y asesoría de la UDEP, el equipo se encuentra evaluando qué materiales usar y cómo se desarrollarán el sistema de transmisión, el chasis, las llantas y los frenos.
Experiencia previa
“La principal dificultad es el tiempo: nos queda poco. Lo que más nos está costando es terminar de definir el diseño exacto”, admite Reyes. Afortunadamente, el equipo de trabajo ya cuenta con experiencia previa en cuanto al armado de vehículos.
“Hemos hecho siempre trabajos grupales como reto para los alumnos. Se han venido practicando diversos mecanismos, prototipo de pequeñas máquinas, vehículos de todo tipo y, entre ellos, desde el año 2015, hemos hecho vehículos HPV, pensando en contribuir a la movilidad ecológica”, recalca el doctor Carlos Ojeda Díaz, profesor de la Facultad de Ingeniería en UDEP y asesor del proyecto. “Decidimos postular este año, para lo cual nos preparamos meses antes repasando, mirando o evaluando los vehículos que habíamos hecho en años anteriores”.
Para ello, el equipo se ha dividido en diversas áreas, que van desde la ingeniería mecánica y eléctrica, hasta la ingeniería civil y marketing. Por ejemplo, el equipo de Comunicaciones se encuentra gestionando las tareas respectivas para la difusión y enseñanza de talleres de ciencia. «Se tienen que hacer eventos, ya sean pro fondos o de educación en ciencia. Esto lo piden como base del concurso: tenemos que involucrar al menos a 250 personas, por lo que iremos a colegios y universidades», indica Reyes.
Otros miembros del grupo son Diego Estela, Carla Alcalde, Alejandro Herencia, Camila Gómez, Dilver Ruiz, Jean Vigil, Angie Chuyes, Valeria Alayo y el ingeniero Nils Checa, otro de los asesores del grupo Ares.
Próximas fechas
El 2 de marzo el vehículo deberá ser presentado. Luego, el 20 de abril, un grupo seleccionado viajará a EE. UU. a presentar el proyecto ante la NASA.
Es necesario precisar que, en la competencia del 20 de abril, el vehículo no solamente recorrerá el suelo y sorteará obstáculos, sino que también realizará cinco tareas adicionales, según Reyes. «El primer reto será extraer agua desde un tubo horizontal; la tarea dos consiste en levantar una tapa pesada y extraer agua; y así. Vamos a tener que incluir una herramienta que realice estas cinco tareas».
Así, el grupo Ares, cuyo nombre se basa en el dios griego que luego fue rebautizado por los romanos como Marte, espera lograr el objetivo de resultar ganador en el reto.
“Tenemos que estar muy agradecidos de nuestros alumnos que han sido muy entusiastas al acoger la idea. Ahora ellos son protagonistas de esta historia porque el concurso de la NASA pretende que ellos se organicen bien, que se encarguen de conseguir los fondos, que intervengan en el diseño y la construcción del vehículo. En tanto, la universidad brindará asesoramiento y facilidades para la ejecución del proyecto”, concluye el doctor Ojeda.