Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) viene trabajando en el desarrollo de un producto altamente nutritivo, elaborado a partir de la pulpa de café, por su gran contenido de nutrientes que ayudan a contribuir en la reducción de la anemia y la desnutrición infantil.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el 2020, 12 de cada 100 niños y niñas menores de 5 años en el país sufren de desnutrición crónica, mientras que el 40% de la población que oscila entre los 6 y 35 meses tiene anemia. Estas enfermedades afectan principalmente a las zonas rurales de nuestro país.

“Nuestro proyecto busca darle un valor agregado a la pulpa del café, la cual se desecha por ser considerada un subproducto y que, según nuestro estudio, contiene nutrientes, minerales y proteínas. En el café, el 40% es pulpa y el resto es la semilla que se tuesta para ser consumida en taza”, explicó la doctora Carmen Marín Tello, investigadora principal del proyecto.

Productos deliciosos y saludables para niños y niñas

Cabe señalar que esta iniciativa nace a través de una necesidad de la población del distrito de Lonya Grande en Amazonas, que se caracteriza por ser una zona cafetalera, donde las madres recogían la pulpa del café para ser mezclada en la preparación de galletas artesanales, sin saber que sus hijos se alimentaban de forma balanceada y nutritiva.

Es por ese motivo, que el Instituto Superior Tecnológico de esa localidad supervisa y recoge la materia prima orgánica del café, en colaboración con el CITE Chavimochic, a fin de preparar este delicioso y saludable producto, que consiste en un mousse a base de pulpa de café, el cual viene ganando cada día más adeptos y goza de la preferencia del público infantil.

“Es un producto inocuo que cuenta con todos los ensayos microbiológicos, inclusive de gusto y sabor. En el CITE también se ha realizado un protocolo de análisis como si fuera para exportación, de alto nivel. Nuestro producto cumple con todos los controles de calidad”, recalcó Marín Tello.

El proyecto, que ya se encuentra en su etapa final, ha empezado a generar muchas ventajas y resultados, generando una cultura de secar y de expulsar mejor el café, asegurando que esa materia prima se aproveche y sea realmente orgánica y de alta calidad.

“En Lonya Grande tenemos los comités, que son exportadores del café a otros países, no solamente ellos están participando sino también los programas sociales como Qali Warma. Estamos viendo con mucha satisfacción que hay interés en que este producto pueda ser comercializado”, señaló la investigadora.

Este proyecto que es financiado por el Concytec, con apoyo del Banco Mundial, busca cerrar la cadena productiva del café, que se verá también reflejado en ingresos económicos y de salud en nuestros niños.

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