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Pandemia genera nuevas preferencias en consumidores y empresas

Hay un nuevo enfoque de la alimentación en el mundo

Por Víctor Lozano

La alimentación ha adquirido nuevos matices. Hoy, las personas optan por temas ligados al mantenimiento de la salud, más aún luego de los graves efectos causados por la pandemia del covid-19.

De acuerdo con un estudio elaborado por la consultora internacional Marsh, en el 2020 más de 213 millones de empresas de alimentos y bebidas operaban en el mundo, de las cuales 24 millones están en América del Norte y del Sur; 57.24 millones en Europa, África y Oriente Medio; y 132.28 millones están en la región de Asia-Pacífico.

Asimismo, el consumo per cápita de alimentos y bebidas en América Latina asciende a 660 dólares; mientras que 4,500 millones de personas de bajos ingresos que viven en países en desarrollo gastan 2.3 billones de dólares al año en alimentos y bebidas, esto es más que los segmentos de consumo medio y superior juntos, señala en informe publicado hoy en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.

Hábitos

De acuerdo con el informe de Marsh, desde hace varios años la población latinoamericana ha modificado sus hábitos alimenticios: elevó el consumo de comidas de bajo contenido calórico, básicamente bajo en carbohidratos, y aumentó la ingesta de productos vegetales alternativos a los de origen animal.

Así, la alimentación basada en plantas registró un aumento de 59%; mientras que el 5% de la población mundial manifestó ser vegana y el 60% de los latinoamericanos están decididos a comer menos productos de origen animal, una clara percepción de lo que actualmente significa llevar una alimentación más saludable y enfrentar en mejores condiciones situaciones que afecten la salud de las personas.

Basados en ese concepto, los productos funcionales adquieren una especial notoriedad, pues son los que mejoran el estado de ánimo, aumentan capacidades cognitivas, niveles de energía o disminuyen los niveles de estrés, entre otras funciones, por lo que se ha convertido en una prioridad para el consumidor.

Además, la reducción de componentes como el azúcar, sodio, grasa, alcohol, carbohidratos, entre otros, se convierte en una estrategia importante para los formuladores.

Despilfarro

No obstante, pese a estos importantes cambios en los hábitos alimenticios de las personas, hay una singular preocupación por el despilfarro de alimentos, pues según los últimos datos del Banco Mundial (BM) sobre el despilfarro alimentario, 931 millones de toneladas métricas de alimentos fueron arrojados a la basura en todo el planeta.

Marsh precisa que el aumento de los precios de los alimentos, los fenómenos meteorológicos extremos y los desafíos geopolíticos afectan a las empresas de alimentos y bebidas.

Por ello, disminuir el despilfarro de comida es responsabilidad de las personas y de las empresas. Para ello, desarrollar un programa de ESG (valores de concienciación ambiental, social y de gobernanza para el funcionamiento de las empresas), adaptado a la realidad de cada negocio, es fundamental.

Sea un negocio mediano o pequeño, cada uno puede contribuir a superar este desafío.

Asimismo, el despilfarro de alimentos no se registra solo en países con economías potentes. En regiones como América Latina las elevadas cifras de desperdicio están asociadas a las pésimas condiciones de conservación de los alimentos. “La incorporación de sistemas de automatización y protección digital es una prioridad entre las empresas de alimentos y bebidas”, refiere el estudio de la consultora. Para el 2030 se espera que seis de cada siete personas consuman 3,000 calorías por día y se desperdicien cerca del 33% de alimentos por falta de automatización de procesos.

Intercambio comercial

Las exportaciones agroalimentarias de América Latina representan cerca del 14% de las exportaciones de productos agroalimentarios del mundo y una cuarta parte de las exportaciones del total de bienes de la región.

Por sus aportes a una nutrición sana, se puede mencionar que la región exporta una tercera parte de las frutas que produce y una cuarta parte de los vegetales.

De acuerdo con Marsh, en el 2020 las exportaciones agroalimentarias de la región resistieron más el impacto generado por el covid-19 que las exportaciones totales de mercancías, pues registraron un incremento del 2.7%, mientras que las exportaciones totales de mercancías mostraron una caída del 9.1%.

El 86% de las exportaciones agroalimentarias se destina a solo tres mercados: Estados Unidos (23%), Asia oriental (19%), donde solo China acapara el 13%; y la Unión Europea (18%). Estas exportaciones agroalimentarias de la región están concentradas en un número limitado de productos; solo el 51% del valor exportado se concentra en 10 productos.

Comer fuera de casa

Un hábito bastante arraigado en las poblaciones mundiales, especialmente en América Latina, es comer fuera de casa. Según Marsh, cuando los análisis incluyen la comida consumida fuera de casa, la tasa de pobreza moderada es 16% más baja comparada con el escenario donde solo se usó el gasto total en comida.

La desigualdad en el consumo, medida por el coeficiente Gini, es más baja cuando se incluye el factor “comer fuera de casa”, pues se está hablando de una reducción sumamente importante.

El estudio precisa que el 90% de los encuestados manifestó comer, al menos, una vez por semana fuera de casa.

A escala regional, el 30% de las familias latinoamericanas clase media gasta alrededor del 30% en comida callejera informal, de acuerdo con precisiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“La comida callejera es parte del paisaje urbano de América Latina y también una industria en crecimiento, si se tiene en cuenta que ocho de cada 10 latinoamericanos viven en ciudades”, refiere el estudio.

El ritmo de vida citadino, la accesibilidad de precios y el apetito por el “sabor local” hacen de la comida informal una opción cada vez más popular. De acuerdo con un estudio publicado por McCann Worlgroup en el 2020, el 63% de los entrevistados manifestó que la comida en la calle, cuando presenta un sabor casero y familiar, es más apreciada. Aproximadamente el 24% no recordó ninguna marca de comida y bebida relacionada con la salud.

Datos

  • Para el 2050, la producción de alimentos en el mundo tendrá que aumentar 60% para satisfacer las demandas nutricionales de más de 9,000 millones de personas.
  • Será una oportunidad para que América Latina y el Caribe se consoliden como uno de los principales proveedores de comida del mundo.
  • Hoy, América Latina es responsable del 12% de la producción agrícola mundial y del 16% de la exportación mundial de productos agrícolas.
  • Cifras de la FAO refieren que la región es el mayor exportador neto de alimentos del mundo y pronostica que la balanza comercial agrícola podría sobrepasar, para el 2024, la de América del Norte. El reto es alcanzar el balance ideal entre producción de alimentos y calidad de los productos.
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