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José Olaya: nuevos datos sobre el mártir, las cartas que protegió y sus históricos nados

La periodista e investigadora Lidia Rojas, destaca nuevos hallazgos que terminan de cimentar la figura del hombre valiente, más allá del humilde pescador chorrillano como se le recuerda.

Fusilado un 29 de junio de 1823, a muy pocas cuadras de la Plaza de Armas, José Olaya Balandra, nuestro mártir de la independencia, un héroe que rompe moldes por su entrega y valentía no deja de sorprender a los historiadores y estudiosos, quienes revelan nuevos datos sobre su fascinante vida.

La periodista e investigadora Lidia Rojas, directora ejecutiva del Instituto Chorrillano de Medios de Comunicación y Archivos, destaca nuevos hallazgos que terminan de cimentar la figura del hombre valiente, más allá del humilde pescador chorrillano como se le recuerda.

“Olaya haya no era el pescador que en un acto de valentía un día cayó y decidió silenciar el nombre de los destinatarios de las cartas. Olaya era un hombre valiente decidido a morir (por su patria). Integrante de una red de pescadores desde 1819”, detalló la investigadora en entrevista con Andina Al Día.

Explica que, si bien en 1823 el Perú ya se había independizado de España, muchas tropas y simpatizantes realistas mantenían el control aún de grandes zonas del país, protagonizando las denominadas guerras intermedias.

“Olaya y su padre recibían cartas de los patriotas que estaban en el mar y las llevaba a tierra. Él siempre supo que iba a morir, que la muerte estaba frente a él. No fue un acto heroico de momento. Ser patriota, en esa época, no solo era amar su territorio, sino amar su territorio libre”.

¿Realmente nadaba desde Chorrillos al Callao?

Lidia Rojas comenta que, de acuerdo con los nuevos hallazgos, es factible que José Silverio Olaya Balandra sí haya nadado desde Chorrillos hasta el Callao, como afirma la tradición, pero descarta que haya podido hacer la ruta de vuelta.

“José Olaya podía nadar hasta el Callao, con ayuda de las corrientes. Sin embargo, era muy poco probable que pudiera hacer el trayecto de regreso, debido justamente a esas mismas corrientes marinas. Olaya llegaba caminando a Lima por lo que ahora es la avenida Colonial, llevando sus pescados y escondiendo la información”.

Sobre el dato destacado de su biografía, que relata su increíble ingenio para proteger a los patriotas que lo habían convertido en eficaz mensajero, tiene el siguiente comentario.

“Olaya no se comió la carta, como dicen. Hasta ahora tenemos esa información. La habría tirado a una acequia al momento de ser capturado”, indica, sin desmerecer su entrega y destreza en las tareas encomendadas.

La verdad tras la frase de las mil vidas

Al mártir chorrillano se le conoce por la frase “Si mil vidas tuviera, gustoso las daría por mi patria”.

La investigadora del Instituto Ichma comenta que la frase se derivaría de la declaración jurada que hizo la señora con la cual Olaya mantenía correspondencia en ese entonces: Juana de Dios Manrique de Luna, en 1823.

Cuando ella tenía algo de 66 años, detalla, deciden tomarle una declaración jurada sobre su relación con Olaya y es allí donde relata que la frase que se le adjudica no es textual y se desprende de un comentario del propio Olaya con el fin de proteger a su red de contactos.

Al ser intervenido por los realistas, el héroe habría indicado que no conocía a muchas personas con el afán de mantenerlos al margen de diversos castigos y en esta línea dijo “y así tuviera mil vidas no revelaría a ninguno de estos patriotas”

La investigadora considera que “si Olaya hubiera tenido 1000, 2000 o 3000 vidas, hubiera muerto por nosotros, para que todos estamos en una patria tranquila que el mismo Olaya no pudo ver”.

Partida de bautizo

En la misma entrevista con Andina dio cuenta de un reciente hallazgo: la partida de bautizo del insigne chorrillano.

“Olaya está registrado en el libro de bautizos de 1782 a 1803 y la partida de bautizo corresponde a 1792. Olaya nace un 20 de julio de 1791”.

De otro lado, informó que en 2017 se ubicó el primer busto del mártir, el mismo que se creía perdido. En enero del 2021 fue declarado patrimonio cultural de la nación.

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