El exceso de calor y los problemas para conciliar el sueño por la noche están generando un malestar generalizado con efectos en todo el cuerpo, incluido el cerebro. Sepa en esta nota de qué trata y cómo evitarlo.
“Para vivir hay dos elementos centrales: el oxígeno y el agua. Un cerebro sin la adecuada hidratación y oxigenación es una maquina recalentada”, manifestó Jorge Luis Solari, médico internista del Hospital Edgardo Rebagliati.
En entrevista con la Agencia Andina, advirtió que la tensión con la que vivimos a diario afecta el funcionamiento de todo el cuerpo, incluida la computadora desde donde se opera todo, es decir el cerebro.
Cerebro lento
Al igual que el resto de órganos, el cerebro padece los embates del calor y más si hablamos de una persona que no se hidrata lo suficiente.
“La buena hidratación permite el buen funcionamiento cerebral, estar más alerta para conducir mejor, estar más tranquilo para interrelacionare con el prójimo y estar más productivo para cumplir con nuestras labores”.
Cuando no se bebe el agua suficiente, el cerebro se pone más lento, no hay un buen gasto cardiaco, hay mayor dificultad para movilizarnos y realizar tareas en el centro laboral o el hogar.
El experto de EsSalud comentó que una cosa es estar deshidratado y otra es estar deshidratado y con calor, insomnio y estrés.
En el segundo caso, anotó, se genera una mayor presión sobre el funcionamiento del cerebro y mayor exigencia para trabajar mentalmente. Y si no hay buen descanso, todo empeora, advirtió.
¿Cómo evitar un cerebro recalentado?
El médico internista recomendó proteger el cuerpo de la ola de calor procurando un ambiente fresco, el buen sueño y la hidratación permanente.
“Si sabemos que la ola de calor se va a prolongar, tengo que cuidarme; debo mantener mi habitación ventilada, ponerme ropa cómoda y ligera, tomar mis ocho vasos de agua y tratar de dormir bien”.
Solari recomendó no dirigir nunca el aire del ventilador hacia la cara o la nariz porque, dijo, eso producirá resequedad de las mucosas, facilitando las infecciones respiratorias, “como la faringitis, asmas y, en pacientes muy adultos, podría producir hasta neumonía”.
Se debe procurar una vivienda bien ventilada, asegurando la recirculación de aire y, si hay ventilador o aire acondicionado, debe haber un flujo indirecto.
“Debemos cuidarnos, yo, mis hijos, la familia. Solo así me voy a sentir con el mayor control de la situación. Lo importante es la consciencia y prevención”, refirió.