Enterarse que un familiar o amigo está enfrentado el cáncer es un duro proceso que muchas veces es difícil asimilar. En los niños pequeños las dudas serán diversas, les causará curiosidad los cambios físicos del paciente.
A los niños menores de 8 años se les puede brindar información muy básica. Es necesario usar un lenguaje de acuerdo a su edad y explicarle que la persona está pasando por una enfermedad y que está en tratamiento para poder curarse.
Los niños mayores de 8 años podrían comprender la situación si se les explica con claridad y sin palabras muy elaboradas. La información debe de ser real y en respuesta a sus preguntas.
“Los niños cuestionarán todo, preguntarán por los evidentes cambios físicos en la persona, de la variación en la rutina de vida del paciente. Esto debe ser explicado de acuerdo a la edad y de manera real sin tratar de ocultar detalles que en su momento se enterará y creará una mayor confusión”, comenta María del Carmen Velandres, enfermera pediatra oncóloga y gerente de Casa Magia.
Sostiene que el momento para hablar del tema debe ser tranquilo, sin interrupciones o distracciones, planificando hacerlo de forma independiente con cada niño.
Lo ideal es mantener la comunicación de manera constante según vaya avanzando el proceso de la enfermedad en el paciente.
“Los niños deben de entender que la enfermedad no es un castigo o puede ser contagiosa, los niños deben de comprender que el tener cáncer no es una sentencia de muerte, y que con el tratamiento adecuando podrá restablecerse”, concluye.
La Asociación de Voluntarias por los Niños con Cáncer – Magia informa que su trabajo está dirigido a que ningún niño con cáncer se quede sin tratamiento por falta de recursos económicos, cubriendo medicinas, prótesis e insumos médicos.
Para ello, cuenta con un albergue llamado Casa Magia, hogar para los niños procedentes del interior del país sin apoyo económico. Por ello Magia recibe donaciones en su página web www.lamagiacuraelcancer.com o vía Yape al número 946 493 104.