La automatización de procesos permite al capital humano de las empresas volverse mucho más eficiente y, por lo tanto, genera un aumento de la productividad.
La automatización se potenció mucho más con el advenimiento de la pandemia, al haberse generado un escenario donde la digitalización marca el pulso y los pasos a seguir.
Sin embargo, aún es complejo para una organización saber cuándo dar ese paso y entender si este movimiento implica un gasto o una inversión para la empresa.
De acuerdo con Alfredo Terlizzi, el CEO de Workia, es clave que al inicio del proyecto se planteen de forma muy clara cuáles son los beneficios en términos de ahorro e inversión, algunos cualitativos y otros cuantitativos.
“Las empresas que aún no encararon un proceso así, están en un inmejorable momento para hacerlo porque no solo les va a incrementar la productividad, sino que además hay una generación nativa digital en el área de Recursos Humanos que busca incorporar este tipo de tecnología”, explica Terlizzi.
Por ello, resalta tres aspectos a tener en cuenta durante el proceso:
1.- Evalúa los indicadores
Algunos indicadores posibles para medir la transformación digital son: nivel de digitalización del área de recursos humanos (procesos soportados integralmente de forma digital versus mixtos o “papel”); valoración de los colaboradores del nivel de digitalización de la compañía, mejoras de la productividad de los procesos digitalizados; velocidad del proceso de transformación digital.
2.- Evalúa el costo
La mayoría de los productos modernos de Recursos Humanos están basados en la nube como software como servicio (SAAS). Por tal motivo, los costos dependen del tamaño de la empresa. Según explica el ejecutivo de Workia, algunos productos están más preparados para un rubro que otro, pero ello no es limitante para la elección de un software.
3.- Tiempo de implementación
Los tiempos de implementación son variables, dependen del proveedor y de la empresa. “Es clave que la empresa comprenda que debe dedicar estructura, tiempos y recursos para el éxito del proceso”, señala Terlizzi.
“Hay pymes que no lo tienen y hay proveedores que son flexibles y acompañan en este proceso”, asegura.
Terlizzi agrega que es importante encontrar el punto de equilibrio y que todo esté alineado a los objetivos del negocio, del área y volcados a un plan estratégico que contemple de forma específica la dedicación del colaborador multitarea.
“La obsolescencia tecnológica, en realidad no es tecnológica sino cultural, con lo cual impacta en los resultados generales del negocio siendo la tecnología el driver para lograr más y mejores resultados”, puntualiza.