En el panorama actual, hay destrezas que son esenciales para que los niños y jóvenes sean estudiantes competentes y tengan un mejor rendimiento educativo. En esta nota conoceremos cuáles son esas tres herramientas fundamentales para el éxito académico y profesional.
En respuesta a las nuevas exigencias del mercado y la necesidad de preparar a los estudiantes para el futuro, especialistas de Ediciones Corefo brindan los conceptos claves para una buena educación:
1.- Idioma inglés: se ha convertido en una herramienta indispensable en el mundo globalizado. Según un estudio del British Council, en Perú, el 44% de los estudiantes aprendió inglés porque era obligatorio en la escuela secundaria, y el 40% lo aprendió porque lo necesitaba para la universidad.
También está comprobado que el dominio de este idioma abre un amplio abanico de oportunidades laborales. Según la empresa de reclutamiento y selección de profesionales Page Personnel, el 60% de las oportunidades laborales están dirigidas a candidatos que hablen inglés. Por esta razón, es crucial que los estudiantes adquieran fluidez en este idioma desde temprana edad.
2.- Dominio de Excel: es uno de los programas del paquete Office cada vez más valorado en el mercado laboral. Según cifras de Statista, las herramientas de Office 365, incluyendo Excel, dominan el 46% del mercado global de software para oficinas. Por lo tanto, brindar a los estudiantes la oportunidad de dominar Excel desde el colegio les otorgará una ventaja competitiva en su futuro profesional.
3.- Habilidades blandas: la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la adaptabilidad son cruciales tanto en el entorno educativo como en el mundo laboral. Según el Foro Económico Mundial, se estima que el 50% de los profesionales deberán contar con habilidades blandas para alcanzar el éxito en el 2025. Estas habilidades son fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes y su capacidad para enfrentar nuevos retos.
Para los expertos es importante proporcionar a los estudiantes las herramientas y conocimientos necesarios para destacarse en un mundo cada vez más competitivo. Además, es clave empoderar a los niños y jóvenes como agentes de cambio y promover una cadena educativa enriquecedora tanto a nivel nacional como internacional.