Por William Rios Rosales
Entre los beneficios de adoptar este enfoque en la activad productiva es la reducción del uso de recursos, la disminución de residuos y las emisiones de gases de efecto invernadero.
La economía circular es un modelo económico que se basa en la minimización de la extracción de recursos naturales y la reducción de residuos mediante la reutilización, reciclaje y regeneración de productos y materiales.
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A diferencia del modelo económico lineal tradicional, en el que los productos se fabrican, utilizan y luego se desechan, la economía circular busca cerrar los ciclos de vida de los productos para que los materiales y recursos se mantengan en uso durante el mayor tiempo posible, señala informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Un sistema económico circular abre un abanico de oportunidades y nuevos retos que exigen innovación y tecnología para transformar nuestra relación con los materiales. Además, tiene el potencial de generar ahorros financieros para las organizaciones y la generación de empleo, comenta la directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad de Coca-Cola en Perú y Ecuador, Verónica Bonifaz.
Los beneficios de adoptar un enfoque circular en la actividad productiva son diversos, desde la reducción del uso de recursos, la disminución de residuos y emisiones de gases de efecto invernadero, hasta mejorar la resiliencia económica de los países y las empresas. Se obtienen eficiencias operativas y de negocio, a la vez que se estimula la innovación en el diseño de productos, en la gestión de la cadena de suministro y en los modelos de negocio.
Prácticas sostenibles
Asimismo, permite a las compañías diferenciarse en el mercado y responder a las demandas de los consumidores cada vez más conscientes del impacto ambiental. No menos importante es que la implementación de prácticas sostenibles y de economía circular pueden reforzar la reputación de la compañía en aquellos públicos involucrados con la sostenibilidad, detalla.
“En Coca-Cola, como parte de nuestro propósito empresarial de refrescar al mundo y hacer la diferencia, tenemos tres pilares principales en nuestra estrategia de sostenibilidad. Una de ellas es ‘Un Mundo sin residuos’, con el cual buscamos contribuir al desarrollo de una economía circular en los envases, con un enfoque en la retornabilidad y en lograr un 100% de recolección para permitir su reutilización”, manifiesta.
Ese pilar, agrega, comprende una serie de acciones y metas cuyos avances reportamos anualmente. Una de esas metas y avances es lograr que el 100% de los envases sean reciclables a escala mundial para el 2025, al 2022 se logró el 90%, a escala global, y 97.4% en América Latina.
Asimismo, la empresa prevé utilizar al menos un 50% de material reciclado en los envases para el 2030. Al 2022 tienen un 15% de contenido de PET reciclado (a escala global), 21.41% (Latinoamérica) y 25% (Perú).
“Reducir los desechos recolectando y reciclando una botella o lata por cada una que vendamos para el 2030. Al 2022, el 61% de nuestros envases, a nivel global, se recogen para reciclaje”.
Residuos sólidos
Bonifaz precisa que en el Perú se generan más de 21,000 toneladas al día de residuos sólidos, de las cuales el 44% se produce en Lima Metropolitana y Callao. Los restos orgánicos y los plásticos son los más comunes.
De esta gran cantidad de restos, solo se recicla el 1%, según el Ministerio del Ambiente (Minam); sin embargo, el 20.9% de estos residuos municipales son aprovechables.
“En Coca-Cola creemos que para abordar los desafíos ambientales, sociales, económicos y proteger el planeta para las generaciones futuras, debemos trabajar juntos las empresas, gobiernos, sociedad civil, ciudadanía y ONG, de manera articulada”, asevera.
La acción conjunta en sostenibilidad es crucial porque permite un enfoque amplio y una respuesta más efectiva a los desafíos. Esto es especialmente importante porque la mayoría de los retos de sostenibilidad, como el cambio climático, la contaminación o el acceso al agua, son globales y requieren soluciones integrales, coordinadas y multidisciplinarias.
También tiene el potencial de movilizar a un amplio espectro de actores, incluyendo gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
Cada uno de ellos puede aportar diferentes habilidades, recursos y perspectivas para abordar los desafíos de manera más efectiva. Además, también puede ayudar a incentivar la economía. Muchas iniciativas sostenibles son innovadoras y están orientadas hacia el futuro, y pueden crear nuevos empleos y oportunidades de negocio, opina.
“Trabajar en alianza con otras instituciones es, precisamente, una de las líneas de acción que sostiene nuestros pilares de actuación en sostenibilidad como ‘Un Mundo sin residuos’, ‘Cuidado del agua’ y ‘Empoderamiento económico’.
En esa línea, hace poco lanzamos nuestra campaña para América Latina, ‘Somos Muchos’, con la cual, por un lado, queremos celebrar y reconocer que cada vez somos más quienes nos hemos propuesto actuar para conseguir cambios positivos. Y, por otro lado, la campaña también pretende llamar a la acción para que más personas tomen conciencia y se sumen para que juntos hagamos que hoy tenga un mejor sabor que ayer”, expresa.
Contribución
En opinión de Bonifaz, el reciclaje reduce la necesidad de extraer y procesar materias primas vírgenes de la naturaleza, contribuyendo a su conservación. Ayuda a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pues al reciclar materiales, en lugar de fabricarlos desde cero, se requiere menos energía en el proceso de producción. Por otro lado, al darle una segunda vida a los productos, se evita el llenado innecesario de los vertederos y se prolonga su vida útil.
El reciclaje –como un elemento central de la economía circular– permite cerrar el ciclo de vida de los materiales y reintroducirlos en la producción. Al fomentar el reciclaje, se promueve una gestión más eficiente de los recursos y se generan oportunidades económicas en el sector de la recolección, clasificación, procesamiento y fabricación de productos reciclados.
“En Coca-Cola, junto con nuestro embotellador Arca Continental Lindley, promovemos la economía circular con distintas acciones e iniciativas. Algunas impactan significativamente sobre los indicadores, mientras que otras tienen objetivos más relacionados con generar conciencia y promover hábitos de cuidado del medioambiente”, mencionó.
“Un ejemplo relacionado con el reciclaje y al trabajo en asociación con otras instituciones, gracias a la Fundación Coca-Cola, nuestro aliado Sinba implementó un Centro Inclusivo de Reciclaje Circular (CIRC), que permite valorizar más de 10 toneladas de residuos reaprovechables al día. Otra muestra concerniente para crear conciencia y promover hábitos de cuidado del medioambiente, es el programa ‘Bodegas sin residuos’, iniciativa enfocada en este canal tradicional, en el que instalamos puntos de recolección de botellas PET –con contenedores en forma de botella con la marca San Luis– para su posterior reciclaje. De esta manera facilitamos e incentivamos a que las personas desechen correctamente los envases”, comentó.
Enfoque de rentabilidad
De acuerdo con Bonifaz, para contribuir al desarrollo de una economía circular en los envases, con un enfoque en la retornabilidad y lograr un 100% de recolección para permitir su reutilización, es necesario partir desde el diseño de los envases, pasando por programas de recolección y reciclaje, campañas de concientización y educación, hasta el trabajo en asociación.
Puso como ejemplo el programa ‘Un Mundo sin residuos”, el pilar de Coca Cola, que tiene tres líneas de acción:
El diseño, que busca lograr que el 100% de nuestros envases sean reciclables a escala mundial para el 2025. Utilizar al menos un 50% de material reciclado en nuestros envases para el 2030.
La recolección, que prevé reducir los desechos recolectando y reciclando una botella o lata por cada una que vendamos para el 2030.
La asociación, que plantea trabajar mancomunadamente por un medioambiente y océanos saludables y libres de desechos.
“Otra iniciativa para considerar y con el que seguramente muchos nos sentiremos identificados es con la retornabilidad”, agrega.
Los envases retornables son una solución ideal y asequible para los consumidores que velan por la sustentabilidad, al tiempo que ofrece comodidad en los precios, ya que pagamos únicamente por el contenido.
“Los envases retornables de vidrio se pueden usar alrededor de 25 veces en promedio, mientras que los de PET tienen alrededor de 12 usos”, precisa.
Ambos están fabricados con materiales de alta resistencia.
Datos
- Bonifaz considera que deben crearse incentivos para el desarrollo de dinámicas económicas circulares.
- La transición hacia una economía circular debe enmarcarse en el replanteamiento de los procesos productivos y el consumo.
- Con ello, maximizar la vida útil de los productos por medio de la reducción de residuos, la reutilización y el reciclaje.
- Es una tarea de inicio a fin, en que las entidades locales tienen la oportunidad de establecer las bases para una estrategia circular, mediante políticas públicas efectivas y de la educación colectiva, asevera la directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad de Coca-Cola en Perú y Ecuador.